El logo simboliza la integralidad de nuestro hogar planetario. En su interior encontramos las figuras humanas, que entrelazadas en un afectuoso abrazo, representan la familia, institución que queremos fortalecer aprendiendo a convivir con nuestros semejantes de manera sostenible, procurando siempre un intercambio virtuoso de vida cifrada en valores, tolerante de nuestra diversidad cultural y respetuosa de los derechos humanos.
Exaltamos los símbolos del alfa y omega que evocan la creación divina de nuestra casa común y planetaria, la cual espera que hagamos de ella un uso responsable y sostenible en donde prima el bien colectivo sobre el individual entendiendo que el clima, el planeta, la especie humana y todo lo que en ella habita es un bien de todos y para todos.
El color azul es el agua, la cual acompañada de la rama verde, significan nuestro patrimonio natural, al que debemos conservar incrementando su potencialidad en función de permitir a futuro su uso y disfrute por parte de las nuevas generaciones, dándoles la oportunidad del buen vivir y de hacer realidad sus sueños y proyectos de vida.
Solamente con una conciencia autorregulada de nuestra titularidad de derechos pero sobre todo de corresponsabilidades, lograremos una convivencia sostenible que permita a la especie humana y a nuestro hogar planetario, un futuro de vida posible.